ORIENTANDO QUE ES GERUNDIO

Sentirse desorientado es el primer paso hacia el crecimiento.
La vida es eso, un camino..
¿y quién no se pierde alguna vez?

jueves, 24 de mayo de 2012

¡Somos!

Mi padre me enseñó que el mundo es mucho más grande de lo que pueden ver mis ojos, que los problemas no son  problemas mientras se les pueda saludar, y cuando me quejaba, entonces me recitaba:


“Cuentan de un sabio que un día
tan pobre y mísero estaba,
que sólo se sustentaba
de unas hierbas que cogía.
¿Habrá otro, entre sí decía,
más pobre y triste que yo?;
y cuando el rostro volvió
halló la respuesta, viendo
que otro sabio iba cogiendo
las hierbas que él arrojó”


¡Somos! Hermosa iniciativa que os animo a que divulguéis en vuestros centros, ¡dale la vuelta! 
¿porqué no?
http://www.somosasi.org/

domingo, 20 de mayo de 2012

Yo estudié en la Pública



Estos días no dejo de salir del asombro cuando me comentan con alegría algunas madres:

-¡qué bien que van a subir la ratio de alumnos por clase! , así no habrá tantos problemas para entrar en los colegios elegidos….

Cuando me notan la cara que pongo, a colación sueltan:

-Pues nosotros estudiamos 42 en clase y ¡tampoco nos fue tan mal!

(Antes, también se tardaba 8 horas en ir a Madrid y nadie se cuestiona que eso es un avance irrenunciable)

sábado, 5 de mayo de 2012

¡BASTA YA! ¿SE DEBE ENSEÑAR A LOS NIÑOS MENORES DE 6 AÑOS A LEER?


A las luces pesantes de nuestro país, se les ocurrió, que cómo los resultados de la educación en España avalados por el informe PISA  son desastrosos, la solución a este fracaso escolar estaba en adelantar el aprendizaje de la lecto-escritura

Camino simplista y errático, que lo que está provocando es más un aumento del frustraciones (tanto al alumnado como a sus familias) además de numerosos trastornos del aprendizaje.

Cada vez que me asomo a las clases de infantil, (¡gracias a dios no todas!) se parecen más a una clase de primaria, que a lo que le corresponde por su edad. La presión social para que los niños terminen leyendo cuando acabe la etapa es tal, que cada vez se dedica más tiempo y de manera más generalizada a contenidos referidos a la lecto-escritura, olvidándose así, de trabajar los aspectos madurativos y requisitos previos tan necesarios para que este aprendizaje se realice de forma adecuada. A su vez, se resta tiempo al desarrollo social, lúdico, y psicomotor que es la base del desarrollo de los niños de los 3 hasta los 6 años. 
En Finlandia que siempre está en los primeros puestos del Informe Pisa, no comienza la enseñanza de la lecto-escritura y de los contenidos más académicos hasta los 7 años, en dos años, con nueve, leen mejor que los niños españoles de la misma edad ¡tomen nota!


Y es que, para empezar a leer y a escribir es necesario un grado de maduración en el cerebro, ciertas funciones psicológicas se desarrollan a un ritmo determinado (atención, lateralidad, esquema corporal...)y no es  fácil modificar la curva de crecimiento psíquico mediante la experiencia.
Es verdad que hay niños que tiene la capacidad de leer a los 4 años, están preparados, pero hay otros que hasta los 6 o los 7 su sistema nervioso no está maduro ¡y no por ello tiene alguna discapacidad o problema! Es un caso similar a la marcha, hay bebes que con 9 meses están andando, la gran mayoría cuando cumplen el añito dan sus primeros pasos, pero hay otros, que hasta los 17 meses no arrancan, y todos ellos están dentro de la normalidad. No por andar antes correrá mas en el futuro.
Hubo una época que por comparación y que para que mi niño anduviera al mismo tiempo que el de mi vecina, se usaron taca-tacas como medida para acelerar la marcha, con el tiempo, los pediatras los desaconsejaron rotundamente porque el uso prolongado de éstos  provocan  problemas psicomotores como por ejemplo luxaciones de caderas.

Eso es lo que está pasando actualmente en nuestro sistema educativo, las dificultades del aprendizaje se producen cuando se les exige a los alumnos que realicen aprendizajes para los que todavía no están maduros, a las dificultades les sigue la frustración, y a la frustración el rechazo por todo lo relacionado con la escuela.

Lo importante de la escuela infantil debe ser incentivar la motivación del aprendizaje a través del juego y del movimiento, la educación infantil tiene que ser más flexible, menos regulada que la primaria y la secundaria, y sobre todo,  no debe existir presión hacia los niños para que adquieran contenidos. 
En otras palabras, en nuestro sistema educativo hace falta más respeto por la primera infancia, por sus necesidades y por su específica forma de aprender, muy lejana al academicismo tan extendido en nuestras aulas.